México SA
Nuevas facetas de CSG
De maquiavélico grillo a médico geriatra
De un estado de derecho a un estado de desecho
De maquiavélico grillo a médico geriatra
De un estado de derecho a un estado de desecho
Carlos Fernández Vega
15 de mayo del 2009
En su nueva faceta de médico, sicólogo, geriatra, abogado y vocero de la familia De la Madrid, Carlos Salinas de Gortari decidió desmentir” lo dicho por su antecesor en Los Pinos –e impulsor de su propia estancia en la residencia oficial–, porque aparte de gagá –según su propia aseveración–, en la entrevista con Carmen Aristegui don Miguel mostró “la limitación de sus capacidades” y el “deterioro de sus facultades”.
Dada su virulenta reacción tras las declaraciones de Miguel de la Madrid y su sesudo análisis, queda la impresión de que el hijo predilecto de Agualeguas, Nuevo León, aprovechó muy bien su dorado exilio, porque todo indica que Carlos Salinas de Gortari no se dedicó a la tenebra ni a salvar su dinero y a su hermano –en ese orden–, sino a cursar la carrera de medicina en alguna universidad irlandesa, con posgrado en sicología y mención honorífica en geriatría. Cuando menos a esa conclusión invita el detallado diagnóstico que él mismo divulgó el miércoles por la noche sobre el “deplorable” estado de salud que guarda el “limitado de sus capacidades”.
Quién lo dijera. Se suponía que Salinas de Gortari era un maquiavélico grillo profesional, el perverso inventor de las concertacesiones y el prianismo, el coleccionista de mascotas (como La Ardilla), el vendedor de favores por excelencia, el grano en el culo de todos los gobiernos que lo sucedieron. Pero no. Su esmero con Miguel de la Madrid y su estado de salud demuestran que es una blanca paloma, siempre atento a las necesidades de la familia (léase famiglia). Más rápido que un rayo, con la ayuda de su enfermero Federiquito, el doctor CSG clarificó el panorama: “el ex presidente De la Madrid se encuentra delicado de salud... familiares y amigos cercanos han comentado que desde hace varios meses el ex presidente está somnoliento en las reuniones y casi no conversa con sus allegados. Al principio supusieron que se trataba de lo que se conoce como ‘senilidad prematura’, cuyos síntomas principales son pérdida de memoria y confusión, provocados por el envejecimiento de las funciones de un tejido específico, en este caso partes del cerebro. Algunos familiares han comentado que en realidad el ex presidente padece de un enfisema pulmonar muy avanzado, lo que ha generado problemas de oxigenación y circulatorios. Esto ha derivado en irrigación insuficiente en el cerebro... ha provocado pequeños infartos cerebrales... Se trata de un mal degenerativo y avanzado, por lo que estiman que la oxigenación insuficiente ha provocado la pérdida de un tercio de su función cerebral”.
Sin embargo, el profesionalismo del galeno Salinas de Gortari quedó de manifiesto sólo tras las declaraciones de Miguel de la Madrid que lo acusaban de corrupción, y a sus hermanos de ligar con el narcotráfico. Antes de tal denuncia, el geriatra de la familia permaneció en silencio.
Tal vez por la urgencia de desmentir lo dicho a Carmen Aristegui, en su sesudo diagnóstico del miércoles por la noche Salinas de Gortari olvidó citar un comunicado de la oficina de MMH (distribuido por el pasado 9 de mayo por Gabriela Román, asistente de la oficina particular del ex mandatario) en el que queda claro lo siguiente: “en referencia a la noticia sobre el estado de salud del licenciado Miguel de la Madrid Hurtado nos permitimos hacer de su conocimiento que se encuentra bien de salud, rechazando toda noticia surgida al respecto”.
Y “toda noticia surgida al respecto” no fue otra que el intento adelantado de demeritar lo que Miguel de la Madrid declaró a Carmen Aristegui el pasado 15 de abril y divulgado por la periodista el miércoles 13 de mayo en su noticiero matutino de MVS, es decir, la denuncia de que Carlos Salinas de Gortari “se robó la mitad de la partida secreta”, al que calificó de “delincuente”, con un gobierno extremadamente corrupto y unos hermanos dignos de la película de El Padrino.
Así es. Al mismo personaje que criticó la divulgación de las declaraciones de Miguel de la Madrid (“me parece un abuso de la confianza del ex presidente el exponerlo en su delicada circunstancia, y creo que también es abuso para las audiencias el hecho de ocultar estos datos sobre el estado de salud de un hombre prominente con un serio problema de salud, para establecer los alcances de un intercambio como al que fue sometido”), se le “olvidó” citar las propias fuentes del ex mandatario, por medio de las cuales asegura que “se encuentra bien de salud rechazando toda noticia surgida al respecto”.
Algo le falló al geriatra, quien también reclama por el “medio robo” de la partida secreta, la cual, dice, “fue objeto de amplias investigaciones y resoluciones definitivas de tribunales mexicanos, los cuales concluyeron en 2004 que no se habían cometido desvíos hacia cuentas particulares o personales... Si bien la secrecía que exige el mandato constitucional no permite informar con detalle sobre su contenido, en distintos medios informativos se ha publicado que entre los destinatarios de la partida se encontraban servidores y ex servidores públicos, intelectuales, partidos, personajes nacionales e internacionales, dirigentes, legisladores, entre otros”. Cierto, quienes “investigaron”, “juzgaron” y fueron salpicados son miembros de la famiglia, o lo que es lo mismo quienes garantizan y “legalizan” la impunidad.
Y de la “·exoneración” del hermano incómodo, pues ya Carlos Ahumada dio cuenta de cómo, con quién y a cambio de qué se obtuvo, siempre bajo la máxima de “exoneráos los unos a los otros”.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría, sobre el tema: “México pasa de ser un estado de derecho a un estado de desecho. De las componentes principales que definen a un estado, una de ellas debe ser desechada completamente: el gobierno, que a nadie gobierna. Los mexicanos hemos perdido el control y gobierno de nuestro propio destino, lo hemos dejado en manos de unos sicarios que particularmente se dedican al secuestro, la usura, el agio, el terror mediático, el bandolerismo, y ahora practican el deporte político nacional: el cinismo. Estos sicarios, que en México se conocen como el ‘cártel de la política’, tienen secuestrado al país y amenazan con liquidarlo. Necesitamos una real política ciudadana que pase de los dichos y denuncias a los hechos reales de transformación” (Dr. Edmundo A. Gutiérrez, INAOE, Departamento de Electrónica, Puebla, edmundo@inaoep.mx).
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