PATRICIA DáVILA
Proceso
MÉXICO, D.F., 10 de agosto (apro).-
El libro La corrupción azul, del periodista Daniel Lizáraga, “desnuda el despilfarro económico en las transiciones presidenciales” en México, país donde, a pesar de que existe una Ley de Transparencia, no hay rendición de cuentas, afirmó Juan Pablo Guerrero Amparán, comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).
Durante la presentación del libro, el autor Daniel Lizárraga, reportero de la revista Proceso, aseguró que el presidente Felipe Calderón ya se dio cuenta del “costo político que tiene para ellos la transparencia”, por lo que, advirtió, en el relevo que se avecina en el IFAI --Juan Pablo Guerrero y Alonso Gómez Robledo, terminarán su gestión este año--, existe el riesgo de que el mandatario ceda a la tentación poner gente afín a él.
“En este caso, el presidente de la república va a nombrar esos dos comisionados y a mí me parece que la tentación que tiene Felipe Calderón por nombrar a dos afines a su gobierno es grandísima que no va a dejar pasar esta oportunidad para meter a dos personas afines que cierren filas en el IFAI para que de ahí ya no salga nada”, afirmó.
Para Lizárraga, la corrupción no se va a acabar: “Es un problema muy complejo, pero ojalá algún día pueda influir para que alguna vez pase algo en este país, porque –los reporteros- publicamos (sobre corrupción) en todos los medios, solo que en México, somos el país del aquí no pasa nada.”
La corrupción azul, libro ganador del premio Debate, que otorga la editorial Random House Mondadori, es un libro escrito con rigor periodístico, ameno, crítico, hace uso de análisis político, del conocimiento histórico, del suspenso narrativo y logra desnudar, desmarañar, sin miramientos, lo inmoral que ha resultado el uso del dinero público en las dos transiciones gubernamentales del PAN, afirmó el comisionado Juan Pablo Guerrero. Consideró que para combatir la corrupción hace falta una sociedad más independiente y demandante. Que reclame sostenidamente honestidad. Que exija un gobierno más eficiente y honesto. Denuncie y combata la corrupción. Hace falta más periodismo de investigación, más la realizada por Daniel Lizárraga.
“En La Corrupción Azul, hay un recuento de excesos, de corruptelas, de inmoralidades y no posa nada. Todos los mencionados siguen estando tan tranquilos. Por ejemplo, saber que se gasta dinero en la contratación de edecanes, por parte de quienes hoy son nuestros secretarios de estado, es de lamentarse que no pase nada.
“Me queda claro que la corrupción, la negligencia y deficiencias gubernamentales permanecen. No han disminuido a pesar de la llegada de la alternancia política, los contrapesos institucionales y la multiplicación de los mecanismos de control burocrático, de elevación de infracciones y la ley de transparencia”, señaló el comisionado del IFAI.
Recordó que la solicitud con que Alonso Lujambio defendió la opacidad en el manejo de los recursos presidenciales, cuando fue presidente del IFAI, “le fue buenamente premiada al final del camino”.
“En el IFAI fue evidente el conflicto de intereses por la amistad entre el hoy secretario de Educación Pública, pero antes comisionado ponente en el IFAI, Alonso Lujambio y el presidente de la República.”
“En uno o dos casos, se exhibió la excesiva preocupación de mi colega Lujambio de no dañar al presidente de la República, particularmente al actual. Preocupación que, me parece, le fue buenamente premiada al final de camino”.
Guerrero lamentó que aun cuando hay transparencia y hay acceso a documentos en México, no hay rendición de cuentas.
Por su parte, el doctor Sergio Aguayo, investigador, politólogo, especialista en derechos humanos y en temas sobre la opacidad en las fuerzas armadas, cuestionó: “¿Por qué seguimos siendo una sociedad tan corrupta o que tolera tanto la corrupción? La sociedad no es corrupta, pero si tolera la corrupción, es una sociedad permisiva.
“Estamos viviendo una conjunción de crisis sin precedentes desde la revolución: económica, internacional, seguridad, municipal, y la de valores éticos y cívicos. En el mundo de la época real todo es permitido con tal de alcanzar el poder, lo que significa cada vez un auge cada vez más claro a la impunidad de la corrupción, sobre la cual trata La Corrupción Azúl”, agregó.
“¿Cómo fue que los decentes, los boticarios y los abogados del partido de la gente decente se corrompieron tan fácil y tan rápidamente? ¿Qué sucedió? En este sentido, el libro de Daniel Lizárraga tiene la virtud de explorar ocho meses en la historia de los últimos 9 años a profundidad, ¿Cómo se gastaron poco menos de los 300 millones tanto Vicente Fox como Felipe Calderón?”, cuestionó.
Para Sergio Aguayo, este libro ilustra uno de los problemas no explorados de la transición mexicana. “No hay ninguna duda: Los dos últimos presidentes corrompieron a gente. Lo demuestran los documentos de este trabajo devastador”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario